El Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas. Objetivos, métodos y prioridades de la política lingüística europea.

Hola!

Aquí estoy de nuevo con una nueva entrada mixta relacionada con mis clases en la universidad de Vigo. En este caso me gustaría hablaros del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCER o MCERL; yo encontré las dos versiones). Como hice en otras entradas anteriores hablaré no solo del contenido abordado en clases sino también de la puesta en práctica de ese nuevo conocimiento. En primer lugar os dejo un enlace en el cual podéis encontrar mucha más información sobre el Marco: MCERL, ya que en esta entrada solo me centraré en aquellos puntos que más me llamaron la atención. Es casi imposible comentar todo el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas en una entrada de blog. En mi caso, me centraré en algunos puntos relacionados con los niveles comunes de referencia.

En primer lugar me gustaría hablar de dos de las características de los niveles comunes de referencia: la utilidad de una clasificación del aprendizaje en distintos niveles y la arbitrariedad que existe a la hora de llevarla a cabo. Por un lado, resulta muy difícil negar la utilidad de esta clasificación del aprendizaje ya que permite, por ejemplo, facilitar la cooperación entre instituciones educativas de distintos países tanto para el diseño curricular como para la elaboración de exámenes o el reconocimiento de certificados. Además, permite al alumnado descubrir lo que ya sabe y en lo que debe mejorar para coordinar mejor sus esfuerzos y alcanzar sus objetivos. Pero por otro lado, y relacionado con lo dicho anteriormente, hay que tener en cuenta que el proceso de aprendizaje de lenguas es continuo e individual. Por eso, establecer esos niveles comunes de referencia para medir el dominio de la lengua es, hasta cierto punto, un proceso arbitrario, más centrado en mejorar esa cooperación internacional entre instituciones educativas que en todo lo demás.

Un buen ejemplo de esto lo encontramos en las pruebas de certificación de nivel que se llevan a cabo, por ejemplo, en las Escuelas Oficiales de Idiomas (EOI). Muchas veces, el alumno ya tiene algunos conocimientos previos en la lengua que quiere estudiar. Ni siempre hay que empezar de cero. Para ello se realizan estas pruebas con las que le asignan al alumnado un determinado nivel. Sin embargo, hay estas pruebas cuentan con dos problemas. En primer lugar, el resultado puede, al igual que sucede en el resto de exámenes, no reflejar el verdadero nivel que esa persona tiene en una determinada lengua. A muchos nos pasó, por distintas razones, tener un día malo y suspender un examen, o hacerlo peor de lo que esperábamos. La consecuencia es que pagaste por un examen cuyo resultado indica que tienes un nivel inferior al que realmente tienes. Luego, para certificar que realmente tienes ese nivel, debes estudiar durante algún tiempo en la EOI y repasar muchos temas que ya sabes pero que se corresponden con un nivel inferior al tuyo. Este es el otro problema de estas pruebas, que el resultado indique que el alumnado cuenta con conocimientos relacionados con dos niveles distintos.
A mí me paso con la prueba de certificación de Portugués que realicé en la Escuela Oficial de Idiomas de Vigo. Soy portugués, pero como llevaba mucho tiempo sin estudiar nada de mi lengua materna (desde los 12 que no estudiaba portugués) decidí hacer la prueba para ver que nivel tenía.  Al final el resultado indicó que tenía el nivel B2 pero no me lo podían certificar sin que yo hubiese estudiado durante un año en la EOI. Lo que pasa es que en el grado universitario en el cual estaba matriculado: Ciencias del Lenguaje e Estudios Literarios; me habían dicho que alcanzaría el nivel C1. Así que decidí no matricularme. Para que iba pagar más para tener un nivel que tendría al rematar el grado? Otro buen ejemplo de la subjetividad de estas pruebas lo podéis encontrar en el siguiente enlace: Auto-evalúa tu competencia lingüística. Observaréis como las preguntas son muy subjetivas y no permiten realmente evaluar nuestra competencia.

El otro tema del que me gustaría hablar es la Diversidad en el tiempo de aprendizaje. Esto es, la diferencia entre el tiempo que una persona necesita para alcanzar un nivel en una lengua y el tiempo que esa misma persona necesita para alcanzar el mismo nivel pero en otra lengua distinta. En la imagen del enlace se puede observar como al esquema tradicional de nivel básico, medio y avanzado se le puede aplicar nuevas subdivisiones. Lo que sucede es que esas subdivisiones son distintas en función del idioma. Esto se debe, principalmente al nivel de dificultad de una lengua para ese alumnado en concreto. Como se puede observar, aquí también hay bastante subjetividad.

Por último, y al igual que hice en las entradas anteriores relacionadas con esta asignatura, os dejo el resultado de otra actividad en grupo interesante para quien tiene por objetivo ser docente. En este caso se trata de la creación y planificación de un curso teniendo en cuenta distintos elementos: tipo de usuario específico, objetivos, temas, tareas, actividades, metodología, evaluación, etc.


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